La hipertensión y la diabetes son dos enfermedades crónicas y dos de los principales factores de riesgo cardiovascular. Pero además tienden a asociarse con mucha frecuencia y esto no es producto del azar sino que se debe a que existen mecanismos comunes para ambas enfermedades.
¿Que es la diabetes?
Con el término de diabetes se engloban unas series de situaciones de tipo crónico, caracterizadas por el aumento del azúcar en sangre (hiperglucemia), por encima de los valores normales.
Las células de nuestro organismo necesitan como fuente de energía para llevar a cabo los procesos vitales un azúcar, la glucosa, proveniente de los alimentos. Esta es transportada por la sangre y para que pueda llegar hasta la célula necesita la acción de una hormona que produce el páncreas, la insulina.
En la diabetes, el páncreas produce poca insulina o hay problemas con su aprovechamiento, en cualquier caso, el resultado es que la glucosa no puede de ser utilizada por la célula y se queda en la sangre.
Por lo tanto, la diabetes es un trastorno general del metabolismo. Que se manifiesta con un aumento anormal de glucosa en sangre (hiperglucemia), de la que puede derivar complicaciones agudas y crónicas si no se compensa adecuadamente.
¿Es frecuente la hipertensión y diabetes en la misma persona?
Se ha comprobado que la hipertensión arterial afecta a más del 20% de los individuos de poblaciones industrializada y la diabetes es considerada como la enfermedad endocrina de mayor incidencia entre la población.
La mayoría de las estadísticas señalan que el 3-4% de la población es diabética. La edad de máxima aparición está alrededor de los 60 años, siendo en la tercera edad el porcentaje de entre un 5-10%. En niños la frecuencia es de 1 por cada 500-1000 niños.
En diversos estudios epidemiológicos se ha podido comprobar que aproximadamente entre un 40% y un 60% de los diabéticos padecen hipertensión.
En los diabéticos que necesitan insulina, la hipertensión suele diagnosticarse años después del comienzo de la diabetes, cuando comienza a deteriorarse la función renal. Por el contrario, en la diabetes de la madurez, el diagnostico de hipertensión se suele hacer a la vez o incluso antes que el de diabetes.
¿Cómo se diagnostican?
Para diagnosticar la hipertensión solo necesitamos un esfigmomanómetro, no obstante el diagnóstico debe ser hecho por un médico ya que las cifras de tensión son muy variables durante el día y se necesita más de una determinación para hacer el diagnóstico.
En el caso de la diabetes, en la mayoría de los casos solo es necesario un simple análisis de sangre para determinar los niveles de glucosa, si bien en otros casos, pueden ser necesarias pruebas más sofisticadas para llegar a su diagnóstico.
Tipos de diabetes
Hay dos tipos principales de diabetes:
Otros tipos de diabetes:
¿Por qué se produce la diabetes?
Lo mismo que ocurre para la hipertensión las causas de la diabetes no están todavía totalmente aclaradas, existen factores de tipo genético y ambientales (tóxicos, virus, sobrealimentación, etc.)
La herencia tiene un importante papel sobre todo en la diabetes del adulto y va asociada a menudo a obesidad, puede ser desencadenada con la sobrealimentación, sedentarismo, gestación etc. En personas que estén predispuestas, mientras que en la diabetes infanto-juvenil son determinados virus o alteraciones del sistema inmune los que pueden dar lugar, en individuos con cierta predisposición, a la aparición de la misma.
¿Que síntomas producen la hipertensión y la diabetes?
La diabetes produce en la mayoría de los casos síntomas muy característicos en cambio la hipertensión, no suele dar sintomatología. Por lo que es necesario que todas las personas, especialmente diabéticas se controlen periódicamente las cifras de presión arterial.
Síntomas cardinales de la diabetes:
No siempre aparecen todos estos síntomas en el diabético, algunos pacientes solo presentan uno o dos de los síntomas comentados, mientras que en otras ocasiones no se acompaña de ninguna molestia y pude ser que la enfermedad se descubra al cabo del tiempo por la aparición de alguna complicación.
- Síntomas secundarios más frecuentes:
- Retraso en cicatrización de las heridas.
- Picores generalizados o en genitales.
- Propensión a infecciones de la piel (forúnculos, panadizos).
- Infecciones en las encías.
- Alteraciones en la vista.
- Dolores y hormigueo en las extremidades.
En los jóvenes y niños, los síntomas suelen ser más claros y llamativos que en los adultos y ancianos, por lo que es frecuente, en estos últimos, que el diagnóstico se haga de una forma casual, al practicarse un análisis rutinario por cualquier otro motivo.
¿Que daño conlleva la diabetes?
Complicaciones agudas:
Cetoacidosis, es la manifestación clínica de un exceso de glucosa en sangre, que conlleva un riesgo de deshidratación pudiendo terminar en coma diabético.
Hipoglucemia, es la manifestación clínica de un descenso excesivo de glucosa en sangre que puede ser debida, a que la dosis de insulina o antidiabéticos orales sea excesiva, se omita o retrase alguna toma de alimentos, se haga demasiado ejercicio físico o a la combinación de alguna de estas causas. Se manifiesta por: sudoración, mareo, temblor, debilidad e incluso pérdida de conciencia.
¿Que daño conlleva la asociación hipertensión-diabetes?
La hipertensión arterial empeora y acelera el daño que la diabetes ejerce sobre las arterias, lo que da lugar a que las personas hipertensas y diabéticas sufran con mayor frecuencia que las que únicamente padecen diabetes y mucho más que las sanas, infarto de miocardio, insuficiencia renal, accidentes vasculares cerebrales (trombosis), enfermedad vascular periférica, etc., que incluso puede llegar a ocasionar la muerte del paciente.
¿Se puede prevenir la diabetes?
Prevenir la diabetes infantojuvenil o insulindependiente no es fácil , ya que puede venir determinada posiblemente por factores hereditarios y por factores externos como probablemente una agresión vírica.
Pero en la diabetes tipo II o del adulto, donde la genética tiene un papel decisivo también existen una serie de factores desencadenantes muy importantes que son modificables por parte del paciente:
¿Se pueden curar la hipertensión y la diabetes?
OBJETIVOS EN EL CONTROL DE LA DIABETES
(Adaptados de European-Niddm-Policy Group, 1989)
Óptimo Aceptable Comprometido
- Glucemia (mg/dl)
- Basal
- A las 2 horas de la comida
- < 120
- <= 180
- 120 – 180
- <= 200
- > 180
- >= 200
- Hb glicosilada
- (HbA 1c) < 110
- (6.7 % ) < =140
- (8.5 % ) > 140
- (8.5 % )
- Glucosuria (%) 0 < 0.5 > 0.5
- Colesterol (mg/dl) < 200 <= 250 > 250
- HDL-Colesterol (mg/dl) > 40 >= 35 < 35
- LDL-Colesterol (mg/dl) < 135 <= 155 > 155
- Triglicéridos (mg/dl) < 150 <= 200 > 200
- Índice de masa corporal(kg/m²) < 25 <= 27 > 27
- Tensión arterial (mmHg) < 135/85 <=150/90 > 150/90
Conviene recordar aquí la importancia de supresión absoluta del tabaco.
Tanto la hipertensión como la diabetes en general no se pueden curar, aunque mediante el control adecuado de las cifras de glucosa en sangre y de presión arterial se puede evitar o por lo menos retrasar el daño que produce en el organismo.
En un pequeño porcentaje de casos, estas patologías son secundarias a otra enfermedad como el síndrome de Cushing, la ingesta de corticoides en el caso de la diabetes o la presencia de enfermedades renales y vasculares o al consumo de determinadas sustancias como anticonceptivos orales, alcohol a altas dosis o de regaliz en el caso de la hipertensión.
En estos casos, la curación de dichas enfermedades de forma médica o quirúrgica o el cese de la administración de dichas sustancias, se suele acompañar de la desaparición de la patología.
Para llevar a cabo estos objetivos es necesario contar con el equipos de educación en atención primaria que sean capaces de transmitir una verdadera educación diabetología.
¿Que medidas debe seguir el hipertenso diabético?
Si usted es un paciente hipertenso y diabético es importante que siga una serie de medidas higiénico-dietéticas generales, que en algunos casos pueden ser suficientes para lograr el control adecuado de la presión arterial y de las cifras de glucosa en sangre, y en otros, al menos van a permitir que las dosis de fármacos antihipertensivos, insulina o antidiabéticos orales que haya que emplear sean mucho menores.
De esta manera conseguimos evitar, retrasar o por lo menos atenuar las complicaciones de las enfermedades y en definitiva, tener una buena calidad de vida presente y futura.
1.-Evite el exceso de peso. Se debe vigilar periódicamente ya que a menudo el paciente diabético es además obeso y se ha comprobado que el exceso de peso se acompaña de una presión arterial más alta, por lo que la reducción del sobrepeso es primordial para el control de estas patologías.
2.-Mantenga una alimentación adecuada. La dieta de una persona diabética es básicamente la dieta equilibrada y sana que debería seguir cualquier persona. La diferencia es que quien padece la diabetes debe seguirla siempre, sin saltársela y teniendo en cuenta algunas limitaciones.
• Muchas personas consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre con solo seguir unas pautas correctas de alimentación.
• Reparta los alimentos a lo largo del día evitando saltarse alguna comida que serán entre 4 y 6 al día.
3.-Disminuya el consumo de azúcares.
• Reduzca el contenido de grasas de origen animal y sustitúyalas por grasas vegetales como el aceite de oliva o por grasas de pescado. Así ayudará a disminuir sus cifras de presión arterial, a y a elevar los niveles de colesterol-HDL “colesterol bueno”.
• Aumente el contenido de fibra de la dieta lo que hace que la digestión de los alimentos se enlentezca y por lo tanto la absorción de los hidratos de carbono sea más lenta también. Ayudará a un mejor control de la tensión y de peso, favoreciendo así mismo el ritmo intestinal.
• Reduzca moderadamente la sal de las comidas ya que el exceso de la misma aumenta la tensión arterial.
4.-Reduzca el consumo de alcohol. Un consumo excesivo de alcohol se asocia a una mayor incidencia de hipertensión y en el diabético su uso está desaconsejado por la cantidad de calorías “vacías” (que no tienen valor nutritivo) que aporta. Además pueden favorecer la aparición de hipoglucemia nocturnas.
5.-Haga ejercicio físico. La práctica de ejercicio físico moderado y diario provoca un descenso de la glucosa en sangre al ser utilizada por el músculo como fuente de energía por lo que mejora el control glucémico y resulta beneficioso para disminuir la presión arterial, el colesterol y controlar el peso.
6-No debe fumar en ningún caso. El tabaco aumenta de forma considerable el daño que sobre los vasos ejercen la hipertensión y fundamentalmente la diabetes, agravándolo y acelerándolo de forma muy importante. Cada cigarro que fuma un diabético equivale a 6 en una persona sana en cuanto al riesgo vascular se refiere.
7.-Cuidado con los ojos. Para prevenir o tratar estas complicaciones deben ser revisados por un oftalmólogo una vez al año.
8.-Cuidado con los pies. Hay que revisarlos todos los días, mantener una buena higiene y seguir los consejos del equipo sanitario, una simple herida puede dar lugar a grandes complicaciones.
9.-Procure llevar una vida relajada y tranquila. El estrés puede contribuir a la elevación de las cifras de presión arterial y glucosa en sangre y aumentar el riesgo de infarto.
10.-Autocontrol. Todo diabético debe aprender a conocer y controlar su enfermedad autoanalizándose en casa, pero no tendrá valor alguno si, al mismo tiempo, no realiza correctamente el tratamiento prescrito.
Conceptos erronéos mas frecuentes del diabético
Ejercicio físico y diabetes
El ejercicio físico es uno de los pilares sobre los que se sustenta el tratamiento de la diabetes junto con la dieta y la insulina o antidiabéticos orales.
Recomendaciones a la hora de hacer ejercicio físico el diabético hipertenso
Recuerde:
Recomendaciones dietéticas
Cuando come fuera de casa todos los días
Cuando usted sale fuera de casa a comer su dieta debería ser igual a la que tendría lugar en casa.